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Ni Rosalía, ni C.Tangana: la música andaluza ya viene revolucionada de casa
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RENOVADORES DEL ANDALUCISMO CULTURAL

Ni Rosalía, ni C.Tangana: la música andaluza ya viene revolucionada de casa

Califato 3/4, María José Llergo o Foyone representan una promoción de renovadores del folclore que no ven con malos ojos que artistas de fuera tomen elementos del sur

Foto: Califato 3/4, en una imagen promocional. (Taste the floor)
Califato 3/4, en una imagen promocional. (Taste the floor)

Comienza la procesión, suenan cornetas y tambores. La banda marca el paso con 'Eternidad', una marcha de Semana Santa gaditana del maestro Sergio Larrinaga. "Esta la vamos a levantar por los que ya no están", dice el capataz mientras los vientos de la formación rompen con fuerza. "Hay azahar por todos lados. La estáis liando, cabezas, la estáis liando. Esto está muy bonito. No lo podéis ver, pero está lleno de naranjos", relata a sus costaleros, que presumiblemente desde debajo del paso no pueden fijarse en el exterior mientras sufren por sacar adelante sus imágenes. De repente, solo de corneta, la música rompe y levanta un ritmo de electrónica.

No es un sabotaje. Primero, suena con una línea de bajo propia de la música latina más bailable; luego, con una percusión al más puro estilo 'breakbeat'. Apenas hemos parpadeado y la música ha pasado de ser una marcha clásica y solemne a un tema explosivo y vanguardista. Es un reseteo cultural. Es 'Crîtto de lâ Nabahâ', de Califato 3/4.

Sin ningún reparo para mezclar el folclore sonoro del sur con cualquier otro estímulo, esta banda se ha convertido en uno de los faros guía de una generación de músicos que reivindican su tierra, Andalucía, como origen y al mismo tiempo destino. "Andalucía no es una Arcadia a la que regresar, sino un horizonte que perseguir", se recita en su 'Mençahe der Profeta'.

Casi un año después del lanzamiento de 'Crîtto de lâ Nabahâ', el archiconocido cantante C.Tangana publicó 'Demasiadas mujeres', que comienza con otra marcha de Larrinaga, 'El amor', para luego romper en un estilo mucho más urbano. La canción abre su nuevo disco, titulado... 'El madrileño'.

"A Tangana le ha gustado una idea de nuestro universo, que se la ha llevado al suyo"

Tangana incluyó a Califato en algunas de sus listas de reproducción públicas de Spotify y dedicó un tuit al maestro Larrinaga, recientemente fallecido, en el que le agradecía su arte. La banda andaluza tampoco parece haberse molestado: "Nos parece bien. Todos cogemos ideas de otros y las vamos transformando. Tangana una vez vino a verme pinchar en Sevilla, pero nunca hemos hablado con él. Tampoco creo que seamos muy compatibles musicalmente. Le ha gustado una idea de nuestro universo, que se la ha llevado al suyo. Si nos pagan mucho dinero, le hacemos la base", defiende con humor Curro Morales, una de las cabezas de Califato, en conversación con El Confidencial.

Hablamos con ellos, con la cantaora cordobesa María José Llergo y con el rapero malagueño Foyone para comprender cómo afrontan los renovadores musicales del andalucismo cultural el nuevo auge de las palmas, las guitarras flamencas y los 'olé' en la escena nacional. En sus respuestas no hay enfrentamiento hacia los artistas del resto de España que los han popularizado, sino al contrario: "Rosalía nos dejó una autopista de cuatro carriles a los andaluces", sentencian desde Califato. Y aceleran por ella sin perder su dirección.

La calle

"Da como coraje. Los de Califato hicieron la marcha de Semana Santa y luego lo hizo el C.Tangana, y a lo mejor la gente le da el mérito a esa persona. Es la gente; él mismo decía en qué se había inspirado. La gente muchas veces escucha música con los ojos, viendo cuántos seguidores tiene y cuántas visitas tiene en Youtube", reflexiona Pedro Armando Navarro, más conocido como Foyone, con una sudadera de fondo azul y estrellas amarillas que reza 'Yo no soy europeo'. Es el título de su último álbum con el productor Sceno, que le interrumpe en la conversación:

—Si nos ponemos a tirar de la cuerda, habrá puristas del flamenco que te dirán: 'Olvídate de mezclarlo con rap'.

—Siempre habrá gente que se encarga de eso, manteniéndolo purísimo, y gente que haga experimentos y cosas raras —responde Foyone.

—Cada uno tiene que estar en su sitio, haciendo lo que tiene que hacer —sentencia Sceno.

Lo que ellos hacen es 'hip-hop' con alma andalusí. En su monumental sencillo 'F*ck NPO', de siete minutos y veinte segundos, lanzan una pullita velada a C.Tangana ("En la Semana Santa, bajan muchos madrileños, ay, ay, ay"), devuelven un ataque al también rapero El Jincho en el que por ahora es el 'beef' más seguido del año y denuncian haber sido estafados por una marca de ropa, NPO, que —con su avaricia, su papeleo y su fraude— hace "cosas de europeos".

placeholder El rapero Foyone, en una imagen promocional. (Taste the floor)
El rapero Foyone, en una imagen promocional. (Taste the floor)

"'Yo no soy europeo' no quiere decir más que 'yo soy andaluz'. Mucha gente que nos escucha de Latinoamérica tiene una visión de Europa de un lugar con un montón de posibilidades, donde el Estado te ayuda mucho. Andalucía para nada me encaja en ese ideal de todos los jóvenes trabajando, es otra cosa. Para el que nos esté escuchando de lejos: sí, somos europeos, pero somos de Andalucía. Se trata de hablar de esas desigualdades dentro de Europa, somos la parte menos europea, estamos pegados con África, estamos a medio camino entre un lado y otro", reflexiona Foyone: "'Yo no soy europeo' es también que no soy una persona tan preparada, de negocios... Yo soy un chaval de Málaga que canta. Yo no entiendo estos papeles, yo no soy europeo".

En 'F*ck NPO' le da tiempo hasta a rapear un celebrado pasodoble de la chirigota 'Los Yesterday' (1999) del Carnaval de Cádiz, escrito por el difunto capitán Juan Carlos Aragón: "Vamos a ponernos serios, que vamos a cantar el himno / 'Los andaluces queremos volver a ser lo que fuimos' / Lo que fuimos antiguamente, pobrecitos y vasallos / Siervos de terratenientes y de chulos a caballos", cantaba con ironía.

Así, Foyone reivindica la calidez de las personas, vivir en la calle, echarse unas risas: "Se ha menospreciado a los valores andaluces. Juan Carlos Aragón recordaba cómo se le ve al andaluz fuera de España, como a la Juani en 'Médico de familia', una mujer superinculta que habla con la zeta. Vender ese estereotipo de Andalucía tampoco es justo ni es real cuando hay un montón de cultura que a lo mejor se transmite de una manera que no es escrita ni por las Universidades, sino de una manera oral por la educación".

Y lo explicita en los últimos versos de esos siete minutos monumentales de 'F*ck NPO':

"Esta es la cultura que nace de la basura y de los campos de olivos.
Esto es cultura aunque la griten bocas mudas.
Esto es cultura aunque no genere dinero.
Esta es la cultura que nace de la basura entre la mar y los pesqueros"

El poderío

Para María José Llergo, Andalucía no se busca, sino que se abre paso. "La poesía de las letras son imágenes que yo he vivido en mi tierra. Me imagino andando por la Judería o cantando en los olivos", narra a este periódico. Defiende que existen "muchísimas identidades en un mismo país", lo que le parece "una riqueza inmensa", y el respeto a todas por igual es "un buen punto de partida".

"Cuando valoro yo mis raíces, lo de mi alrededor están de acuerdo y tienden a valorarlas también. Cuando algo se ama de una forma tan natural, se esparce de alguna manera", asegura.

No cree que la fusión de elementos andaluces con un estilo más 'mainstream' sea "una tendencia novedosa o vanguardista", porque "siempre ha estado", pero reconoce que muchas veces no sabe "ni lo que pasa en el 'mainstream'": "Yo me centro mucho en cómo yo lo hago. Todo camino es respetable y es inmensamente difícil". Cuestionada por los artistas de fuera de Andalucía que se inspiran en elementos del sur, solo tiene una petición: "A mí lo que me gusta es que, cuando un artista tome referentes, los mencione y los nombre", defiende.

Desde sus primeros temas publicados, en 2017, se le ha señalado como renovadora del folclore andaluz y ella celebra poder incorporar elementos de otros estilos a su música. Ve, por ejemplo, muchas similitudes entre el flamenco y el 'blues'. "Sabiendo de dónde vengo, puedo ir a donde quiero, y eso es una cosa que me encanta. Valorando mis raíces, puedo hacer crecer mis alas", reflexiona.

placeholder Un compuesto de imágenes promocionales de María José Llergo. (Sony Music)
Un compuesto de imágenes promocionales de María José Llergo. (Sony Music)

No está sola en esto. En un reciente anuncio de una marca de cerveza, Llergo dio la réplica a una Lola Flores revivida digitalmente, que le preguntaba: "A todo esto lo llaman ahora 'empowerement', ¿no?" "Sí, Lola, pero tú siempre lo llamaste 'poderío'", responde ella en el comercial. Utiliza en la entrevista esa misma expresión para referirse a una pujanza que sí nota: "Veo poderío en las generaciones jóvenes. Ven la identidad como riqueza, se niegan al estereotipo". Una nueva promoción de andaluces como Lola Flores.

La mezcla

Y vuelta al Califato. En su trabajo anterior, 'Puerta de la Cânne', el único punto en común de las canciones parecía ser las ganas de mezclar la música de tierra con casi cualquier estímulo, como reza su manifiesto, "desde una doble óptica: la respetuosa y la irreverente". Este día de Andalucía publican su nuevo álbum, 'La contraçeña', y prometen mayor heterogeneidad aún. Curro Morales, vocalista del grupo, asegura a este medio que les salió solo: "Es todo muy natural, incluso el tema del manifiesto fue 'a posteriori'. Observamos lo que habíamos creado y dijimos: 'Hostia, en verdad esto tiene estos valores y representa esto'", explica.

"Ser andaluz es todo lo contrario de otras identidades que se basan en la pureza de algo y en conservarlo. Nuestra pureza es la mezcla"

Después de todo, ¿qué representa mezclar una marcha de Semana Santa con la música electrónica? "Nuestro discurso es que si eres andaluz molas, que es lo mejor que hay. Como hemos estado tan hundidos, ahora ser andaluz es lo que mola y si no eres andaluz, estás para atrás. Hace falta también con la comunidad gitana, con la comunidad negra, porque han sufrido discriminación y tienen que decir: 'Illo, lo mío es la p*lla'", plantea Morales: "Andalucía es un estado mental. Es una mezcla de culturas, es algo totalmente dinámico, somos fenicios, tartesos, musulmanes, judíos... Esa mezcla es ser andaluz, la fusión en sí misma. Es todo lo contrario de otras identidades que se basan en la pureza de algo y en conservarlo. Nuestra pureza es la mezcla".

O, como dice Foyone, "si te expresas libremente y te sientes de allí, ya está; no hace falta ponerse una bandera ni nada, ya estás representando tu visión".

O, como dice Llergo, "no es que quiera llevar lo andaluz a cualquier parte, es que como andaluza puedo llegar a donde yo quiera".

Comienza la procesión, suenan cornetas y tambores. La banda marca el paso con 'Eternidad', una marcha de Semana Santa gaditana del maestro Sergio Larrinaga. "Esta la vamos a levantar por los que ya no están", dice el capataz mientras los vientos de la formación rompen con fuerza. "Hay azahar por todos lados. La estáis liando, cabezas, la estáis liando. Esto está muy bonito. No lo podéis ver, pero está lleno de naranjos", relata a sus costaleros, que presumiblemente desde debajo del paso no pueden fijarse en el exterior mientras sufren por sacar adelante sus imágenes. De repente, solo de corneta, la música rompe y levanta un ritmo de electrónica.

No es un sabotaje. Primero, suena con una línea de bajo propia de la música latina más bailable; luego, con una percusión al más puro estilo 'breakbeat'. Apenas hemos parpadeado y la música ha pasado de ser una marcha clásica y solemne a un tema explosivo y vanguardista. Es un reseteo cultural. Es 'Crîtto de lâ Nabahâ', de Califato 3/4.

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